martes, 14 de noviembre de 2017

ACERCA DE LAS EXISTENCIA DE LAS HADAS

ACERCA DE LA EXISTENCIA DE LAS HADAS
Dr. Roger Garcés
Psicólogo

     A raíz de los continuos post que he puesto en distintas redes sociales con relación a las Hadas, algunas personas me han preguntado si realmente las Hadas existen. La mayoría de las veces me preguntan por el canal privado como si fuera un procáz delito hablar abiertamente sobre las Hadas. Otras veces las personas dan inextricables volteretas para llegar a la pregunta, como escrutando mi posición antes de preguntar, y al mismo tiempo tratando de averiguar acerca de mi sanidad mental.  ¿Un Doctor hablando de Hadas? ¿Un Psicólogo posteando Hadas? ¡Me imagino el asombro de algunos! Para algunas personas simplemente no es lícito hablar de Hadas, de este tema puede hablarse si eres una niña de seis años y sólo si vas a un cumpleaños. 





     Lo cierto es que el tema de las Hadas, como cualquier tema relacionado con el mundo sutil esta sencillamente prohibido para la mente racional de occidente. Recordemos que hay países donde el tema sencillamente no es tabú. Escocía y los países escandinavos tienen una larga tradición sobre las Hadas. El Karmapa, líder espiritual del Budismo Tibetano de la Tradición Kadampa dijo en una conferencia: “Donde yo nací, las montañas y las fuentes de agua eran consideradas como las moradas de lo que yo llamaría espíritus sagrados de varias clases”.     Así que lo primero que nos vamos a dar cuenta es que estoy hablando de Hadas en un país que sobrevalora la racionalidad y desdeña lo sutil, y además cree que todo el que no es una niña de seis años y habla de Hadas está loco. En Escocia y los países nórdicos la importancia sociológica de las hadas es determinante. Los cuentos de Hadas tienen la función pedagógica e inculcan valores morales y dan enseñanzas para la vida.
     Paracelso catalogó los Seres elementes en Silfos, o seres del Aire; Ondinas, o seres del agua; Salamandras, o Seres del fuego y Gnomos o Seres de la tierra. Y esto es lo segundo que debemos tener en cuenta es que las Hadas representan un complejo energético presente en el Inconsciente Colectivo, de acuerdo a la teoría junguiana. Como quiera que se trate de la representación de los “Seres Elementales”, y los 4 Elementos tienen un papel importantísimo en cuanto Arquetipos. Aunque no se mencione la palabra “Hada”, la gente habla de que su signo es de “fuego” o tiene una personalidad de “aire”. Así pues, desde la noche de los tiempos, para usar un lugar común, se sabe que son las Hadas las que gobiernan esos reinos. Ergo, las Hadas tienen una función psicológica de considerable importancia y que no debemos ignorar solamente porque el paradigma de conocimiento a la manera kuhniana, determine arbitrariamente que no se debe hablar de  las Hadas.
     En este respecto refiero este poema de Frost.
EL CAMINO NO ELEGIDO

Dos caminos se bifurcaban en un bosque amarillo,
y apenado por no poder tomar los dos
siendo un viajero solo, largo tiempo estuve de pie
mirando uno de ellos tan lejos como pude,
hasta donde se perdía en la espesura;
entonces tomé el otro, imparcialmente,
y habiendo tenido quizás la elección acertada,
pues era tupido y requería uso;
aunque en cuanto a lo que vi allí
hubiera elegido cualquiera de los dos.
Y ambos esa mañana yacían igualmente,
¡oh, había guardado aquel primero para otro día!
Aun sabiendo el modo en que las cosas siguen adelante,
dudé si debía haber regresado sobre mis pasos.
Debo estar diciendo esto con un suspiro
de aquí a la eternidad:
dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo,
yo tomé el menos transitado,
y eso hizo toda la diferencia.




     Así, me atrevo a tomar el camino de las Hadas simplemente por ser el menos transitado. Facundo Cabral cantaba: “Me gusta andar, pero no sigo el camino, porque lo seguro ya no tiene misterio”.

     También creo que este momento histórico que vive la humanidad nos mata lentamente de árida realidad. La  post post-modernidad, también llamada trans-modernidad, ha asesinado la posibilidad de soñar. Si la post-modernidad entrenaba a los hombres a competir bestialmente entre ellos, la trans-modernidad nos conduce a observar tímidamente cómo se canibaliza la especie humana. Por ello las Hadas nos dan la posibilidad de ver algo hermoso en este matemático e implacable mundo post-industrial.   Baudelaire, siempre tan ácidamente certero, describía esto magníficamente en su poema EMBRIAGAOS:

“Hay que estar siempre borracho. Todo consiste en eso: es la única cuestión. Para no sentir la carga horrible del Tiempo, que os rompe los hombros y os inclina hacia el suelo, tenéis que embriagaros sin tregua.

Pero ¿de qué? De vino, de poesía o de virtud, de lo que queráis. Pero embriagaos.

Y si alguna vez, en las gradas de un palacio, sobre la hierba verde de un foso, en la tristona soledad de vuestro cuarto, os despertáis, disminuida ya o disipada la embriaguez, preguntad al viento, a la ola, a la estrella, al ave, al reloj, a todo lo que huye, a todo lo que gime, a todo lo que rueda, a todo lo que canta, a todo lo que habla, preguntadle la hora que es; y el viento, la ola, la estrella, el ave, el reloj, os contestarán: «¡Es hora de emborracharse! Para no ser esclavos y mártires del Tiempo, embriagaos, embriagaos sin cesar. De vino, de poesía o de virtud; de lo que queráis.»”





     El camino del misterio, de lo asombros, de la belleza es el que elijo, sé que me va a llevar al mismo lugar que han ido otros, al alma humana. Y si me van a llevar al alma humana prefiero ir por el camino de la belleza, y ahí sí es verdad que las hadas no tienen comparación! Yo digo como Sócrates: “Toda mi vida lo único que he sido es ser Psicoterapeuta”. De “Psique”: “alma o mariposa”, en todo caso, “aquello que es inasible”, y “Terapeuta”: “El que acompaña”. O sea que, psicoterapeuta es el que acompaña al alma. Si, eso es lo que soy. Eso es lo que hacen las hadas. Es decir que las hadas tienen una función importante y bella en la psicoterapia.

    J.M. Barrie, el autor de Peter Pan, dijo que para encontrar un hada, lo primero que había que hacer era creer en ella.  Es ya un lugar común afirmar que las Hadas tienen una dimensión que se relaciona con la creencia, con el hecho de creer en las Hadas.  En los cuentos de Hadas se explica que hay que creer en las Hadas para que éstas puedan vivir. Si la gente no cree en ellas morirían. Esto se relaciona con la capacidad que tiene el ser humano para imaginar, y a partir de la propia imaginación construir nuevas realidades. Paracelso decía: “El hombre es el que piensa y lo que piensa, piensa en fuego y serás fuego”. Paracelso describía la función imaginativa como un imán, que “Atrae” aquello que se piensa. Yo estoy persuadido que las Hadas estimulan la función imaginativa. Marie Louise Von Franz lo explicaba magistralmente en su libro: “Símbolos de redención en los cuentos de Hadas”. Von Franz refiere cómo las Hadas nos conducen en un proceso de elevación espiritual por el camino alquímico lleno de símbolos muy, muy antiguos, y que para quien sabe leer estos símbolos, pueden ser de maravillosa utilidad en la psicoterapia.

     Desde la óptica psicoanalítica clásica, ya no la revolucionaria Psicología Profunda Junguiana, las Hadas han tenido un estudio detenido.  Bruno Bettelheim en su libro: Psicoanálisis de los cuentos de Hadas hace un detallado análisis de la significación psicológica de las hadas. En realidad hay muchos autores que han aportado en el tema. Desde la tradición alquímica con Paracelso con su cásico: “Tratado delas Ninfas, los Silfos y otros seres”, hasta los pensadores contemporáneos mucha agua ha corrido en el rio de las Hadas y mucha sabiduría nos han aportado.




     Así la imaginación es uno de los muchos elementos que nos pueden acerca de los cuales nos pueden enseñar las Hadas.  La imaginación como camino para la auto-transformación. Y de nuevo, acerca de elevación espiritual y de auto-transformación han hablado muchos, yo elijo el camino  “menos transitado” y el camino de la belleza.

     Las Hadas tienen entonces una dimensión arquetipal, ya es esto es suficiente como para que sean metodología respetable en psicoterapia.
     Las Hadas tienen una dimensión imaginativa, y ya esto es suficiente como para que tengan un espacio en cualquier metodología de elevación espiritual.
     Las Hadas tienen una dimensión cultural ancestral, lo que las coloca en una sólida posición en lo que se refiere a abordajes para-terapéuticos como mitos y tradiciones. Recordemos, Cristo hablaba en parábolas.
     Las Hadas tienen una dimensión sociológica que refiere una función de enseñanza
.
     Pero…  ¿las Hadas tienen existencia real?
     Ya habíamos hablado que la función imaginativa de las Hadas es determinante. El teorema fundamental del cosmos dice: “Todo lo que es posible existe”. Esto está basado en la Interpretación de Copenhagen de la Mecánica Cuántica que sostiene que un sistema físico existe en uno y sólo uno de sus estados posibles después de realizar una medición. La Mecánica cuántica entonces explica que cuando no se ha realizado la medición no se puede afirmar que el fenómeno no existe. Quiere decir que la existencia de algo está determinado por su posibilidad. Recuerde que la teoría cuántica no trabaja con leyes sino con probabilidades. Pero también sabemos que la mente crea realidades. El budismo y la teoría cuántica nos dice que la realidad es vacío y que somos nosotros los que creamos la realidad en virtud de lo que pensamos acerca de la realidad. El budismo sostiene que la realidad es un vacío interconectado, tal como sostiene la teoría cuántica. Esto recuerda claramente a David Bohm y su Teoría del Orden Implicado, por tanto, somos nosotros lo que le damos existencia a los objetos. Así, si los pensamos materializamos la posibilidad de su existencia. Si logramos imaginarlos tendrán posibilidad de ser, y todo lo que es posible existe, ergo, las hadas existen.
     Puede en este respecto aducirse lo que quiera, que viven en una realidad sutil, que son seres interdimensionales. Por cierto, la teoría de cuerdas dice que existen 11 dimensiones, de las cuales solamente podemos ver 3. Siete  de éstas dimensiones están “enrolladas” en una de las dimensiones conocidas, y una dimensión la podemos inferir; el tiempo. Puede decirse que son seres sutiles y por eso no las vemos. Otra cosa, que no se vean no quiere decir que no existan. Nadie ha visto a Dios, nadie ha visto un átomo, y  la mitad del mundo no dudaría de la existencia de dios, y la otra mitad no dudaría de la existencia del átomo. La Interpretación de los Mundos Múltiples de Everett da cabida a la existencia de realidades paralelas a la nuestra y que sencillamente no podemos ver porque es justamente la acción de ver lo que nos impide darnos cuenta de esos mundos paralelos. Recuérdese el postulado fundamental de la Teoría Cuántica: “La observación colapsa la función de onda”. La realidad cuando la vemos se convierte en partícula y cuando no la vemos es una onda, tal como lo demostró el famosísimo experimento de la doble rejilla. Esa es la dualidad Onda-Partícula que Borh resolvió con la frase “Contraria sunt comprementa” (los opuestos son complementarios), a este respecto los alquimistas desde hacía mucho tiempo se unificaban en la consigna “Solve et coagula”.




    
     Yo no voy a terminar este escrito dando argumentos esquivos y ladinos a gusto del consumidor, y diciendo que en definitiva si usted quiere creer crea, que es algo muy bonito, que en todo adulto vive un niño que necesita ser alimentado en su fantasía, etc. etc.  No. Yo sí creo que existen las Hadas. Yo escojo el camino menos transitado. Si usted no quiere creer, nadie lo obliga. Así como nadie obligó a creer a los escépticos que verdaderamente el hombre había llegado a la luna. Así como nadie lo obliga a creer que la ley de conservación del momento angular implica que el spin de un electrón puede generar velocidades superluminales, y sin embargo, esos fenómenos están ahí.
     Cuando Venerable Damcho instruía a sus discípulos a la práctica  de Tonglen que consiste en imaginariamente absorber el dolor del otro cuando se inspira, y cuando se espira mandarle al otro salud y felicidad, un discípulo le preguntó si eso era un ejercicio metafórico. El discípulo le dijo: Venerable, lo de inspirar el dolor del otro es solo un símbolo…   …verdad?  Venerable Damcho le respondió, si no crees verdaderamente no ayudarás al otro ni a ti mismo. Tienes que CREER DE VERDAD que vas a absorber el dolor del otro!




Aquí entre nos….    …yo sí creo que las Hadas existen.

P.D.

El lector avezado ya habrá identificado un error ortográfico que se repite a lo largo del texto, se trata de escribir la palabra Hada siempre con mayúscula. Lo hago a sabiendas del error, y como homenaje y respeto a la majestad de las Hadas.

Dr. Roger Garcés
PSICOLOGO CLÍNICO
0416 827 62 58
    




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